martes, 20 de agosto de 2013

Vacaciones en el metro

Dos semanas de vacaciones en el blog, pero no en el trabajo.

Este tiempo me ha servido para observar elementos en mi convivencia diaria con el metro, desde un punto de vista externo. Exactamente desde su pariente, el tren de cercanías.

A priori, todo es más plácido. No hay aglomeraciones y el clima parece más adecuado a mi cuerpo. La colonia tiende a permanecer en mi más horas y la distribución 4x4 en asientos, me produce ese espacio vital que tanto necesitaba. Me siento cómodo. Cambio las vistas subterráneas, por las vistas del mar durante el 90% del trayecto.

Como no soy usuario avanzado en el tren, peco como novato mientras sonrío al pensar en mis inicios en el metro. Distribución 4x4, cómoda, espaciosa,... pero siempre hay dos asientos que nadie coge... Los que ilumina el sol. Al principio no te das cuenta pues entras únicamente con la mentalidad "metro" de coger rápido un asiento, hasta que recibes el primer haz de luz.

Ese momento me causó nostalgia... recordando esos flashes que iluminaban los radares al circular con los cocho.... choce.... Ya no recuerdo la palabra. O quizás no la quiero recordar, pues no conseguiría finalizar mi entrada del blog.

El caso es que encuentro más o menos la misma estructura que en el Metro. Me doy miedo a mi mismo comparándolos, pero es la verdad.

Llego a la zona crítica. Barcelona Clot Aragó. Esa parada la comparten tanto el tren en el que circulo como MI metro. Siento entonces unos sentimientos relacionados con la infidelidad y/o celos.

Noto que únicamente he utilizado el tren como relación esporádica, pero que para el día a día, prefiero el metro. Que sensación.. 

Me odio a mi mismo.

Una vez finalizada la jornada laboral. Toca la vuelta. Entro por la misma boca. Bajo las escaleras...

Hacia mi izquierda, el metro...hacia la derecha, el tren.

Me dirijo hacia la izquierda mirando de reojo la linea roja del metro.... 

ECHO DE MENOS EL METRO.




viernes, 2 de agosto de 2013

Metamorfosis

En fin. Creo que empiezo a notar cambios físicos y mentales. Ya no soy aquel novato que acudía con cara extrañada a los subterráneos sociales.

Noto pérdida de mis sentidos, para adaptarme al clima.

Mi olfato asimila mejor fragancias anónimas. La vista empeora, puesto que entiendo que debo centrarme en mirar al suelo, si no quiero enloquecer. En cuanto al tacto, noto una coraza que rodea mi piel, capaz de aguantar incluso el rozar de los brazos ajenos. El gusto, se limita exclusivamente al sabor de chicle. No experimentar es lo mejor. Y por último, el oído agudizado, capaz de combinar la música de los cascos, con la conversación que establecen dos señoras en el otro vagón.

Quizás no soy un usuario avanzado del metro, a los que hacía referencia en la anterior entrada. Pero un hecho me indica que voy por buen camino.

Me dirijo a la misma hora que siempre a coger el Metro pero acompañado. Misma hora y misma parada; Fondo.

Observo la comentada táctica 1-2-1

Ante la estampida de personas, intento que al menos esos dos asientos centrales sean para mi y mi acompañante. Pese a que nos separe una bonita barra central.

Atónito, observo que la persona que me acompaña, desaparece en ese embudo. Me vienen recuerdos fugaces de lo que sufrió Simba con su padre en El Rey León

Ante esa situación, decido salvarme al menos, acercándome a uno de los dos asientos libres centrales. Al llegar al asiento y sin llegar a sentarme, veo como mi acompañante se encuentra detrás de mi. Por lo que, sin dudar, doy un paso hacia la derecha y acudo al segundo asiento vacío central.

En ese momento, creo que he hecho una buena obra. Sentía que había logrado dos asientos importantes para un viaje de media hora.

Pero no fue así... tras acomodarnos (si se puede llamar así) en los asientos, se oye una voz de una mujer... "tu lo que tienes es morro"...

Yo no entiendo aún por qué motivo decía eso, pero sus motivos tendría. 

Tras responder con las mismas formas, miro al frente un poco asombrado por la situación. Creía que no era común, pero algo pasó que me hizo ver lo contrario.

La mujer sentada al frente, me mira y da una explicación:

- Hombre, le has hecho un BLOQUEO

Perdona? Bloqueo? Que es esto? una técnica nueva? Quiere decir señora, que estoy aprendiendo a pasos agigantados? 

Gracias por la observación y por poder decir, que estoy en el camino correcto para convertirme en un Usuario Avanzado.

miércoles, 24 de julio de 2013

1-2-1

8:30am

Me dispongo a afrontar otro rutinario viaje en Metro. Como cada día. Sigo intentando asimilar y anotar nuevos conceptos en mi mente.

Esta vez el metro parece que va a quedar "SEMI lleno". Y ya es decir.

Sin embargo, encuentro una situación un tanto extraña. Al entrar, giro mi cabeza de derecha a izquierda para localizar una tribuna o palco vacío. Ante mi asombro, encuentro un sinfín de asientos vacíos dentro de la estructura de "FILA DE 4" a lo largo de las vagones. Y todos los asientos vacíos, en la misma disposición.

1-2-1

1 asiento ocupado, 2 vacíos y 1 ocupado.

Me cuesta en principio asimilar lo ocurrido, y me limito a pensar únicamente en la posibilidad de que la gente sea poco sociable y no quiera ir emparejada sin su pareja sentimental.

Sin esperar más (un minuto más pensando y me aseguro ir de pie las 15 paradas), cojo el primer asiento libre.

Ahí es dónde me doy cuenta de lo que está pasando. ¡¡¡ Los asientos exteriores disponen de más centímetros de asiento!!!

Me parece absurdo pensar algo así, puesto que parecen todos iguales. Pero los extremos cuentan con un bonito espacio vacío entre asiento y barra metálica superior, que permiten al "usuario avanzado" utilizarlo para su mejor adecuación al medio. A este espacio, lo denominaré "mini espacio vital"

La explicación del movimiento a realizar es la siguiente;

Se trata de incorporar gran parte del cuerpo humano por el "mini espacio vital" y, a su vez, intentar abrazar la barra metálica superior con un brazo. Esta última parte me he dado cuenta de que se utiliza para que la gente que entre en el vagón en nuevas estaciones, no la utilice para apoyarse y evitar posibles malos olores o roces.

Y como último detalle para culminar la adecuación, sería tener la capacidad de abrir las piernas todo lo que se pueda (disimular con bolsas o maletas situándolas entre las mismas piernas), a fin de que el "usuario estándar" como yo, al querer ocupar una de las dos plazas centrales, por no molestar, evite el contacto con la persona adyacente reduciéndonos nuestro espacio del asiento.

Yo también quiero ser un USUARIO AVANZADO....

jueves, 18 de julio de 2013

Origen y destino

Linea Roja. Dos conceptos. Linea y Roja

Linea

"Sucesión de puntos interminables e infinitos". Efectivamente, se me hacen interminables las 15 paradas
que separan mi origen "FONDO" (empezamos bien) a mi destino: "PLAÇA DE CATALUNYA". 

El término de infinito lo analizaré bien para una futura entrada del blog.

Roja

Adjetivo que en el pasado me invitaba a pensar en; amor, pasión, deseo, ambición....pero que al entrar en el vagón, se han convertido en rabia, calor, fuego y odio.

Mi veredicto final es, que la Linea Roja significa: "Puntos de Calor Interminables"


Correcto. Nada más bajar las escaleras que separan el cielo del infierno, notas un fuerte aire caliente que invita a darte la vuelta y decir que estás malo en el trabajo. Pero nada comparado al calor final que iba a recibir mi cuerpo. Puesto que a este calor, hay que sumarle el calor del propio infierno y sus variables. 

Estas variables comprenden: el respaldo del asiento en el que quizás tengas suerte de sentarte y el calor humano, que a su vez dependerá de la cantidad de personas inyectadas en el vagón sumado al calor de los adyacentes del sujeto. 

Finalmente si queremos, podemos restarle un 0,1% en concepto del aire acondicionado. 


En la próxima entrada: La táctica del 1-2-1 

miércoles, 17 de julio de 2013

Del cielo al infierno

Hasta ahora, conocía diversos antónimos como "frío/calor", "sumar/restar", "blanco/negro"... y hoy, definitivamente, tengo el gran honor de añadir uno más: Coche/metro

De tener mi pequeño espacio vital, a compartir casi mi cuerpo con desconocidos. De escuchar música libremente, a taponar los oídos con auriculares poco ergonómicos. De oler a algo, a no saber a que hueles. De mirar y observar el paisaje, a sentirte observado.

Me presento como Pasajero del Metro, creando este blog para plasmar mis experiencias diarias a bordo de la Linea Roja del Metro de Barcelona.